La gastronomía de Membrilla es uno de los pilares de su identidad cultural, con platos tradicionales que reflejan la riqueza de la cocina manchega. Recetas como el machacon, la pepitoria o el pisto se elaboran aún hoy con productos locales y técnicas heredadas, conservando el sabor auténtico de la tierra. Una cocina sencilla pero sabrosa, que forma parte del patrimonio vivo de nuestro municipio.
Gachas Blancas
Típicas del “Jueves de Comadre”, jueves anterior al Domingo de Carnaval. Son de muy fácil ejecución. Se fríe aceite y se deja enfriar. Después se añade agua, harina de trigo y un pellizco de sal. Una vez bien removido todo, se le quitan los grumos a la mezcla y se coloca ésta sobre el fuego hasta que rompe a hervir, momento en el que se retira del fuego y se le añade el último ingrediente: arrope.
Judías Blancas con Perdiz
Necesitaremos una perdiz, judías blancas, ajos, pimienta negra, pimentón dulce, cebolla, una hoja de laurel, aceite, sal y agua.
Ponemos a cocer las judías con los ajos, la cebolla picada, la pimienta negra y la hoja de laurel.
Mientras que las judías empiezan a coger temperatura, troceamos la perdiz y la sofreímos, dejándola dispuesta para poderla agregar a las judías, cuando éstas empiecen a hervir.
No debemos olvidar añadir al conjunto la sal, el pimentón y el aceite crudo.
Machacón
Empezaremos por preparar un kilo de patatas, para cocerlas junto a 2 tomates. Una vez concluida esta fase en la preparación de esta receta, trituramos juntos las patatas y los tomates, dándole al triturado consistencia de puré.
Sumaremos al puré un ajo asado y un machacado de cominos, tres cucharadas de aceite, un poco pimentón dulce y un vaso de agua que habremos reservado de la cocción.
Finalmente, removeremos todos los ingredientes y añadiremos un pimiento rojo asado y tres huevos cocidos convenientemente troceados.
Pepitoria
La pepitoria es un plato tradicional elaborado preferentemente con gallina de corral, aunque también puede prepararse con pollo de campo. Se cocina dorando la carne enharinada y salada, que luego se cuece en una cazuela con un majado de ajo, laurel, perejil, pimentón dulce, yemas de huevo cocido y agua. La cocción dura aproximadamente una hora. Para servir, se cuela el caldo y se puede enriquecer con picatostes, claras de huevo picadas, jamón serrano y patatas fritas en dados, logrando así un guiso sabroso y completo.